jueves, 16 de junio de 2011

¿Por qué somos del Granada CF?

Lo acaecido ayer en el Nuevo Los Cármenes nos da una idea de la dimensión que tiene este deporte. No sólo en lo deportivo, sino en lo social, trascendiendo límites incluso insospechados en una ciudad que sigue volcada con su equipo, equipo que ha logrado igualar los registros taquilleros de, por ejemplo, y vaya ejemplo, la selección española, que consiguió llenar el estadio, aparte de que muchísima gente se quedó sin entrada tras varias horas de cola. Lo mismo ocurrió con el conjunto filipino, lo que nos da una idea de lo metidos que la gente está con el equipo.

Pero a este deporte no le vale el esfuerzo que hace mucha gente por ir a animar a su equipo, que está dispuesta a pagar varias entradas para que toda la familia vaya a ver a su pasión, a su ilusión, incluso por encima de sus posibilidades económicas. Es un deporte imprevisible, mágico, pero siempre se dice que tremendamente injusto, en algunos casos. Y con el Granada podemos decir que lo está siendo dentro de la justicia deportiva…
Salío el Elche más metido en los primeros minutos, apenas permitiendo la circulación fluida de balón que suele tener el conjunto de Fabri, que se le vio agarrotado, muy impreciso y por momentos desconectado de un partido que ya había comenzado. Los ilicitanos estaban cómodos, con sus arreones continuos en un ataque que sólo copaba el canario Ángel, que veía como la defensa rojiblanca tenía alguna que otra duda. Mientras tanto, los de Fabri no conseguían ser el equipo que gustó desde el principio el sábado ante el Celta. La posesión estaba repartida, el Elche cómodo y con llegadas puntuales pero que dejaron a muchos son aliento en ocasiones. Así fue la primera mitad, bastante normalita para un play off de ascenso, en donde se vio a dos equipos que tuvieron demasiado respeto al contrario. El marcador era empate a cero, pero parecía como si el Elche se llevara un mejor botín al descanso, en donde apenas había disparado a puerta pero se le veía más cómodo.

En la reanudación, sí vimos a ese Granada que nos acostumbra, adelantando líneas y que fue a por el partido, siendo de verdad el único equipo que quiso mostrar algo diferente a la contención y a la destrucción de un Elche que, vino a no dejar jugar a un Granada CF que supo reponerse a la buena telaraña impuesta por Bordalás.

Y llegó el momento en el que la afición se preguntaba, al igual que aquel niño de una de las campañas publicitarias del Atlético de Madrid, que por qué tanta angustia deportiva, que por qué siempre para llegar a cotas mayores hay que sudar lo inimaginable. ¿Por qué? ¿Por qué siempre se queda esa cara extraña, con ese gesto sorprendente que dice a voces ‘no me lo puedo creer’? ¿Por qué fallamos 4 penaltis en dos partidos, y siempre superamos los récords anecdóticos que jamás nadie piensa que se puedan superar?¿ Por qué tanta mal suerte? ¿Por qué al Granada CF?

Pues básicamente porque parece que las aficiones de clubes rojiblancos siempre para conseguir algo grande, antes deben pasar una especia de casting precedidos de muchos episodios sorprendentes, increíbles, y algo negativos. Pero esta afición que siempre está de 10, que no deja de apoyar a su equipo un segundo, que representa a un club histórico como es el de nuestra ciudad, no descansa, no cesa en su intento de llevar al equipo en volandas, de hacer lo campeón, y mientras se pregunta por qué, sabe que el sufrimiento deportivo, la lucha, la decepción y la alegría final son parte del adn del aficionado del ‘graná’, haciendo este club más grande de lo que es ya con 80 años de historia.

La respuesta a la pregunta inicial es porque somos así, de este club que seguro nos va a seguir dando angustias deportivas, pero también muchas alegrías. El combate no ha terminado, la mala suerte no podrá con la afición y con el equipo, y seguro, que el destino nos guarda lo mejor para el final, un final que puede ser maravillosa y que seguro nos encumbrará a la gloria. ¿Por qué? Porque es así…